El faro fue una de las más importantes iniciativas llevadas a cabo por los miembros del Club Progreso. Ellos concientes de la necesidad que tenían los pescadores para regresar con seguridad por las noches hasta la isla de Margarita, y con motivo de la celebración del primer centenario del natalicio del Gran Mariscal de Ayacucho, Antonio José de Sucre iniciaron su construcción el 3 de febrero de 1895 con un acto que dirigió su presidente, el doctor Rafael Villanueva Mata quien además fue el responsable y el promotor principal de la campaña de recolección de los fondos económicos necesarios para levantar el faro cuyo diseño y edificación estuvo a cargo del ingeniero Carlos Monagas e Hilario Ortega.
En fin con sus imponentes 15 metros de altura el faro fue inaugurado en la citada fecha en el sitio de La Puntilla de Porlamar. Allí, por mucho tiempo, primero con kerosén y luego con una luz de carburo, su lumbre fue la guía los margariteños hasta que un rayo lo dejo inservible, sin embargo pese a ello y a la aparición de la electricidad, el faro no quedó en el olvido, pues fue adoptado por el pueblo de Porlamar como su símbolo siendo incluida su figura hasta en el Escudo del Municipio Mariño donde su estructura sigue siendo muy visitada, tanto por los margariteños como por los turistas que van a disfrutar de la vista del vasto mar neoespartano.