En estos 25 años de la fundación de la Organización Nacional de Salvamento y Seguridad Marítima de los espacios Acuáticos de Venezuela (ONSA), quiero comenzar agradeciendo a todo el personal a bordo y muy especialmente, a aquellos fundadores y miembros regulares, que desde el comienzo han demostrado su apoyo y lealtad, a una institución que ha sido forjada por los valores y principios, de cada uno de quienes conformamos esta organización.
Han sido más de 9.000 días o lo que es lo mismo, más de 216.000 horas de guardias continuas; días y noches sin descanso, así como momentos de felicidad, tristeza o disgustos, pero lo que siempre nos ha mantenido unidos, ha sido la misión y el objeto por el cual nos unimos a bordo de este gran buque llamado ONSA Venezuela, de donde también han surgido grandes amistades.
Las organizaciones las construyen y las perfeccionan, todos los hombres y mujeres, que sin desembarcarse, día a día dejan a su paso siempre algo positivo que tomar de ejemplo o referencia; y de lo no tan positivo - que ninguno está exento de ello - también se aprende y se toma para reforzar la estructura, para que ésta siempre nos lleve a puerto seguro y sin quebrarse durante nuestra singladura.
Gracias a todos lo que han subido a bordo y por supuesto, a quienes hoy nos acompañan a celebrar más de 200.000 leguas de un viaje, que no debe tener límite en el tiempo y en el que debemos responder, como todo valiente marino; full avante, motor y timón... si a la mar nos llaman a la acción.
A todos a bordo y desde el Puente de Mando, en mi condición de Secretario General, se les llama a mantenerse en ROL DE OPERACIONES: convencidos de nuestro camino y al amor a este mar inmortal; voluntarios, todos unidos, a la ONSA juramos lealtad.
Así pues, sigamos navegando a bordo de este gran buque, bogando todos sin parar y entendiendo que nuestra razón de estar a bordo y lo que nos hará continuar siempre firmes y unidos, es el objeto y misión de nuestra organización; por encima de las adversidades, de los temporales o de las desavenencias personales, que siempre podrán ser capeadas exitosamente, cuando miramos el derrotero trazado y entendemos, el compromiso de vida que asumimos para contribuir con un mundo mejor.
Con vista a nuestro estandarte institucional; ¡SA-ludo!
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Secretario General