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COINCIDENCIAS EN UNA FECHA, UNA RUTA Y DOS AERONAVES DESAPARECIDAS QUE CONMOVIERON A LA OPINIÓN PÚBLICA
Caracas, 30 de marzo de 2013 (Prensa INAC).- El viernes 04 de enero es una fecha recordada por familiares y amigos de venezolanos, italianos y suizos afectados por la desaparición de dos aeronaves mientras cubrían el trayecto al Archipiélago de Los Roques en la República Bolivariana de Venezuela. La ruta Maiquetía-Los Roques-Maiquetía es el otro dato que genera un patrón de coincidencia en los hechos ocurridos en los años 2008 y 2013.
Una aeronave Let 410 UVP, con capacidad para 19 personas, perteneciente a la empresa Transaven, cayó al mar el 04 de enero de 2008 cuando cubría la ruta Maiquetía-Los Roques. Por su parte, un Britten Norman modelo BN-2 “Islander” en el que viajaba el reconocido empresario de la modas italiano, Vittorio Missoni, junto a su esposa y dos amigos, además del piloto y copiloto, desapareció de los radares venezolanos el 04 de enero de 2013, poco después de despegar de Los Roques, en ruta hacia Maiquetía.
A la fecha, ambos casos se han convertido en un tema abordado por la opinión pública en los países europeos y en Venezuela, por los dos elementos claves que los hacen símiles, encontrándose en proceso de investigación para esclarecer la ubicación de ambas aeronaves por parte del Estado venezolano que, en conjunto con el Gobierno italiano, ha hecho todos los esfuerzos técnicos y económicos para que el buque oceanográfico “Sea Scout” zarpase el 21 de marzo desde Curazao hacia el cuadrante sur del lecho marino circundante al Archipiélago de Los Roques para iniciar la búsqueda submarina del avión siniestrado en 2008, para luego continuar con el rastreo del Islander desaparecido en enero de 2013 en el cuadrante norte.
Durante 21 días, el buque, que cuenta con un Vehículo Autónomo Submarino (Autonomus Underwater Vehicle, por sus siglas en inglés) capaz de realizar búsquedas a altas profundidades recorrerá las aguas venezolanas para ubicar y certificar la localización exacta de las dos aeronaves, con miras a contar con los elementos de convicción que permitan establecer las responsabilidades en cada caso, en el marco de las investigaciones abiertas por el Ministerio Público venezolano, así como determinar las causas de los siniestros y brindar respuesta certera a los familiares de las víctimas.
Cronología de los hechos
El 04 de enero de 2008, el Let 410 de Transaven, matrícula YV2081, despegó desde el Aeropuerto Internacional Simón Bolívar de Maiquetía (estado Vargas) para trasladar a 14 pasajeros a disfrutar de las paradisíacas playas del Parque Nacional Los Roques, ubicado en el noroeste venezolano.
Oficialmente, en el avión viajaban, además de los dos miembros de la tripulación, el piloto Esteban Bessil y el copiloto Osmel Ávila, 12 turistas: 3 venezolanos (Patricia Alcalá, Karina Rubis e Issa Rodríguez) y 9 extranjeros de nacionalidades italiana y suiza (Bruna Guernieri, Paolo Durante, Sofía Durante, Emma Durante, Stefano Frangiorne, Fabiola Napoli, Rita Calanni y Analissa Montanatti y Alexander Nierman).
A las 9:40 de la mañana de ese viernes 4, el piloto del YV2081 notificó a la Torre de Control de Los Roques que estaba volando con los dos motores apagados, a tres mil pies de altura, siendo su posición el radial 024° a unas 64 millas náuticas al norte del Aeropuerto de Maiquetía. Dijo que tenía dos horas de autonomía, que trataría de amarizar cerca de la barrera coralina que rodea al archipiélago y que llevaba a bordo 18 personas y no 14, como se desprende de las listas oficiales.
De las investigaciones sobre las características de la aeronave se desprende que el Let 410 no es apto para operar sobre el agua; sólo tiene una puerta de emergencia, al lado del copiloto, y su flotabilidad no es buena, según datos suministrados por los fabricantes, por lo cual en caso de un amarizaje se dificulta la salida de los pasajeros.
No hubo más comunicación con el avión de Transaven. Los procedimientos de emergencia se activaron inmediatamente. El personal de Búsqueda y Salvamento (SAR) se movilizó vía aérea y marítima.
Se utilizaron inicialmente cuatro aviones y un helicóptero, que respondieron al llamado de emergencia del YV2081. Llegaron en lapsos de tiempo comprendidos entre 30 minutos y dos horas. Ninguno encontró restos flotando en el mar, salvo una mancha de aceite.
Las autoridades instalaron un centro de comando en el aeródromo del Gran Roque, el mismo 04 de enero de 2008. Con once aeronaves civiles y militares, así como tres patrulleras del componente Armada de la Fuerza armada Nacional Bolivariana (FANB) realizaron la búsqueda de la aeronave durante una semana, sin resultados.
A los pocos días del siniestro y de acuerdo a las investigaciones que se adelantan, se corrobora que los aviones de fabricación checa Let 410 poseen un tiempo de flotabilidad reducido, por lo que las esperanzas de conseguir restos de la aeronave se hacían escasas a esas alturas de la operación de búsqueda y rescate.
El único cuerpo localizado fue el del copiloto, Ósmer Ávila, de 36 años de edad, a los 10 días del accidente, en las costas del estado Falcón.
Acciones emprendidas
La necesidad de ofrecer respuesta a los familiares y de cerrar el caso SAR impulsó el inicio de una segunda fase de búsqueda: la submarina. La empresa ATM realizó la operación con el buque oceanográfico “Punta Brava” y en abril de 2008 se anunció que tenían indicios sobre la localización del fuselaje del avión a 300 metros de profundidad, cerca de la barrera coralina de Los Roques.
A fin de determinar con mayor precisión la ubicación de la aeronave, el Gobierno Bolivariano autorizó la contratación de la empresa Audi Latinoamericana para grabar imágenes bajo el agua, pero en julio de 2008 se confirmó que el objeto señalado no era el avión de Transaven.
Sin rastros de la aeronave o el resto de sus ocupantes, los Gobiernos de Venezuela e Italia iniciaron las coordinaciones para la contratación de nuevos servicios de búsqueda submarina para el esclarecimiento del hecho. En el año 2010, la República Bolivariana de Venezuela hizo el aporte del 50% del monto acordado con la empresa ATM para las labores de ubicación y certificación de localización del YV2081 y el Estado italiano hizo lo propio en 2011.
Debido a que el buque oceanográfico tiene características y equipos tecnológicos de punta, que lo convierten en uno de los pocos existentes en el mundo, y a su alta demanda para labores específicas en todo el globo terráqueo, la ejecución de la misión se vio retrasada, hasta marzo de 2013, cuando el “Sea Scout” llegó a costas curazoleñas para zarpar a Los Roques a cumplir el objetivo: encontrar el Transaven YV2081.
Caso Islander YV2615: Coincidencia lamentable
El retardo en el inicio de la operación de rastreo submarino del Let 410 siniestrado en el año 2008 favoreció la inclusión de una nueva misión: la búsqueda y certificación de localización del Islander YV2615 desaparecido también en Los Roques, cinco años después.
El 04 de enero de 2013, dos tripulantes venezolanos (Hernán Marchán y Juan Carlos Ferrer) y cuatro pasajeros italianos (Elda Scalvenzi, Guido Foresti, Maurizia Castiglioni y Vittorio Missoni) abordaron la referida aeronave en el Gran Roque para regresar al Aeropuerto Internacional de Maiquetía, desde donde tomarían un vuelo comercial hacia su país de procedencia: Italia.
Cabe reseñar que Vittorio Missoni era el Director Comercial de la empresa de prendas punto fundada por su padre, Ottavio Missoni, y Vicepresidente de la Cámara Nacional de Moda Italiana, por lo cual el hecho de su desaparición conmocionó no sólo a la nación europea, sino a todo el mundo debido a su exposición mediática y, consecuencialmente, conocimiento del suceso.
Los arriba señalados y otros acompañantes, quienes empleaban un servicio de transporte aéreo diferente, adquirieron en el país europeo un paquete turístico para pasar unas vacaciones en las playas del Archipiélago de Los Roques. Cumplieron su objetivo: disfrutaron unos días diferentes y se disponían a volver a su patria natal.
Missoni y los otros pasajeros subieron al avión, que despegó sin inconveniente tras la debida autorización por parte de la Torre de Control del aeródromo del Gran Roque a las 11:39 de la mañana.
Al poco tiempo, el análisis de los datos de los radares venezolanos posterior a la desaparición del contacto de radar, indicó bruscos virajes y pérdida de altura de la aeronave desde una altitud de cinco mil 700 pies, con ubicación a 10 millas náuticas al oeste del archipiélago Los Roques, lo cual activó inmediatamente los procedimientos para emergencias en el Servicio de Búsqueda y Salvamento (SAR), incluso 40 minutos antes de lo establecido en los Manuales y Procedimientos SAR a nivel mundial.
Se establecieron las coordinaciones necesarias y se sumaron al proceso de rastreo y rescate la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), que facilitó un sonar de barrido lateral de alta resolución para la localización; el Ministerio del Poder Popular para Interior y Justicia (MPPIJ), a través de Protección Civil, el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) y el Ministerio Público para el inicio de los procesos legales a que hubiere lugar; y el Ministerio del Poder Popular para Transporte Acuático y Aéreo (MPPTAA), mediante el Instituto Nacional de Aeronáutica Civil (INAC), Bomberos Aeronáuticos, buzos especializados y funcionarios del SAR, adscritos a la Dirección de los Servicios a la Navegación Aérea (SNA).
Además, se incorporaron a la búsqueda una aeronave de la Gobernación de Falcón y otra del Comando de Guardacosta de la Isla de Curazao, así como voluntarios con embarcaciones y aeronaves privadas que brindaron apoyo.
Se estableció una logística de 443 personas en labores de búsqueda, 10 aeronaves, 6 embarcaciones y 30 vehículos, con lo cual la titular de la cartera de Acuático y Aéreo, CA. Elsa Gutiérrez Graffe, aseguró que “todo el Gobierno está trabajando de forma articulada y organizada para encontrar lo más pronto posible a estas seis personas. Estamos en permanente contacto con familiares y autoridades italianas, haciéndoles llegar informes realizados a diario por nuestros especialistas”.
Sin rastros de la aeronave, el 11 de enero de 2013, funcionarios de Protección Civil del estado Falcón hallaron en las costas de esta entidad venezolana partes de una aeronave, que en su momento se presumió correspondían al Islander, pero el posterior análisis determinó la no pertenencia al pre-citado avión.
Al respecto, el ingeniero aeronáutico, estructurista y especialista en sistema Islander, Andrea Amerio, dijo que “aunque la pieza proviene de una aeronave, no es del Islander, pues la muestra encontrada posee fibra de vidrio, estructura Honey Comb, nivel elevado de corrosión y tornillos que no pertenecen a este tipo de avión".
Posteriormente, a finales de enero, en las costas de Aruba y Curazao se hallaron piezas de equipaje, posiblemente provenientes del YV2615, ante lo cual las autoridades venezolanas solicitaron a estas naciones el envío de la evidencia para constatar que, efectivamente, pertenecieran al Britten Norman modelo BN-2 desaparecido.
Incesante búsqueda
Los procedimientos para localización prosiguieron, sin arrojar resultados positivos, y debido a las necesidades de atender otras posibles situaciones de emergencia que pudieran darse, tras más de un mes de disponer de todos los recursos técnicos y humanos para el hallazgo de la aeronave donde viajaba Missoni, el SAR mantuvo un rastreo intermitente, junto a las demás instituciones del Estado venezolano, gracias a lo cual se adelantaron “907 horas y dos minutos de búsqueda por vía aérea, marítima y terrestre, correspondiendo al ámbito aéreo 112 horas y 31 minutos, a la búsqueda marítima 414 horas y 23 minutos y al rastreo por tierra 380 horas y 8 minutos”, aseguró el Presidente del INAC, GD. Francisco Paz Fleitas.
Durante todo el tiempo, la Autoridad Aeronáutica y el SAR, así como los representantes del Ministerio Público y Protección Civil, han mantenido comunicación permanente con el Gobierno italiano, a través de su Embajador en el país, Sr. Paolo Serpi. De igual forma, se ha brindado todo el apoyo e información posible sobre el proceso de búsqueda y acciones consecuentes para la localización de la aeronave a los familiares de los ocupantes del Islander.
En razón del compromiso del Estado venezolano de dar una respuesta determinante sobre ambos casos, nuevamente se coordinó con Italia el servicio de búsqueda submarina del YV2615, la cual efectuará el “Sea Scout”, inicialmente contratada para el hallazgo del Transaven siniestrado en 2008.
Cuenta regresiva
A partir del 22 de marzo de 2013, el buque oceanográfico disponía de 11 días para la localización y certificación de ubicación del YV2081, tras lo cual comenzaría el proceso de búsqueda del Islander desaparecido a principios de 2013 durante un período máximo de 10 días.
De estos 21 días, había transcurrido uno, cuando el AUV (aparato robótico que permite la búsqueda de objetos a altas profundidades) chocó contra alguna superficie u otro elemento contundente durante el proceso de búsqueda y rastreo que se adelantaba, sufriendo daños que generaron desperfectos, lo cual impidió su correcto funcionamiento para la observación y captación del lecho marino y la transmisión de la data para su verificación por parte del equipo a cargo de la misión, a fin poder determinar la ubicación de las aeronaves.
La situación se agravó al tratar de recuperar el equipo para devolverlo a la embarcación, ya que éste quedó atascado, lo cual ocasionó mayores daños. El AUV fue recuperado; los expertos evaluaron los daños y determinaron la necesidad de reemplazarlo, por lo cual el “Sea Scout” debió volver a Curazao y espera el envío de un nuevo equipo, con un estimado de 8 semanas, según informó la empresa dueña del buque y contratada para las labores de búsqueda.
La empresa contratada mantiene el compromiso de iniciar nuevamente la búsqueda, una vez cuente con el AUV de idénticas características al que se dañó, a fin iniciar en un máximo de 8 semanas nuevamente el rastreo de ambas aeronaves.
Existe un compromiso por parte de los Estados venezolano e Italiano de concretar la búsqueda de ambas aeronaves, motivo por el cual se espera que en poco tiempo se obtengan buenas noticias sobre el reinicio de la búsqueda submarina para la localización del Transaven y la de la aeronave Britten Norman BN-2, con miras a cerrar estos dos casos que han unido los esfuerzos de las naciones antes mencionadas, en procura de brindar paz a los familiares de las víctimas, determinar las responsabilidades penales y aplicar las medidas jurisdiccionales pertinentes para hacer justicia ante estos lamentables eventos.